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9 ene 2017

"Se le vieron las costuras". Por Jorge Giordani.

Imágenes de la Web
A la reciente medida del cambio ministerial se le vieron las costuras, como las que espera un buen bateador ante la amenaza de un lanzador con la bola de nudillos. Nada que ver. Más de lo mismo, mientras más cambios se realizan, más sigue siendo lo mismo. Este gobierno no aprende acerca del tamaño ni la dimensión de la crisis hegemónica en que se encuentra, ni mide las consecuencias que ello produce para el pueblo venezolano que continua pasando las de Caín, para poder sobrevivir en un ambiente de inseguridad personal, de disminución de la calidad de vida, y la falta de perspectivas para el futuro de las próximas generaciones.

Ensimismado como se encuentra entre las mieles del supuesto poder del Estado, y el cada vez menos eficaz de la organización política, el PSUV, para no hablar de los movimientos y partidos conglomerados en el cada vez menos visible Polo Patriótico. Lamentablemente las cosas van mal y no hemos tocado fondo ahora que ya hasta ha decidido el gobierno endeudarse más en sus compromisos del gobierno central, aparte las capacidades que todavía quedan dados los altos volúmenes de reservas de hidrocarburos por debajo de la corteza terrestre, o la obscena entrega de más del 10% del territorio nacional a las empresas transnacionales y al mejor postor que desee aprovecharse de dichos recursos sin importarle las consecuencias a la naturaleza y lo que le ocurrirá a las próximas generaciones de venezolanos, con aquello del ¨Arco Minero del Orinoco¨. El gobierno actual ha terminado por perder hasta la vergüenza de ser venezolanos, a costo de mantenerse en el supuesto poder hasta finales de un período que concluiría en el 2018, a dos años de distancia apenas.

Se le vieron las costuras del enroque ministerial al repartir entre los distintos grupos que se pelean por mantener un liderazgo personalista e individual, luego de la siembra del Comandante Chávez a ya casi cuatro años del 5 de marzo de 2013. Figuras que se mueven de un puesto al otro, en una suerte de ¨barajeo¨ de la mano, tratando de satisfacerlos a todos con un pedazo de la torta de la renta de hidrocarburos con la ilusión de un aumento de precios que cada día que pasa tiene menor poder de compra en el exterior, sin decir lo que le ocurre a la mayoría de los venezolanos con ingresos en relación a la moneda extranjera que se encuentran cerca del nivel de pobreza absoluta, a pesar del cinismo expresado por algunos funcionarios que siguen manipulando cifras, sin una publicación dado que han terminado por desmontar los sistemas que venían rigiendo al Instituto Nacional de Estadísticas (INE), y al Banco Central de Venezuela (BCV), en una suerte de esconder el sofá, para mentirle al país en algo que la mayoría de los venezolanos que viven de un ingreso salarial, que no alcanza para cubrir sus necesidades básicas de salud y alimentación.

Pero es que el reparto no se dio solamente en el campo de las personalidades de lo civil, sino que alcanza también a miembros de la institución armada, en una suerte de dar para comprometer, quién sabe para tratar de minimizar el impacto de la posible reacción de dicha institución, muy lejos de lo que vino a llamarse la unidad de la Fuerza Armada y el pueblo venezolano. Cómo llegó a afirmar una vez el Moro de Tréveris, la ¨burocracia es un círculo del que nadie puede escapar¨. En una suerte de desmoronamiento gubernamental, junto con el aumento de un proceso de burocratización que culmina en una mayor ineficiencia, a lo cual se agregan los acuerdos con un sector privado cada vez más ansioso de hacerse de las pocas divisas que produce nuestra mermada industria de los hidrocarburos.

Acompañada a la ¨movida ministerial¨ la salida de una serie en términos del más puro baseball criollo, de una serie de ¨bates quebrados¨, los cuales sin aportes intelectuales menos en el arreglo de los ingentes problemas que atormentan a la mayoría de la población venezolana.

En síntesis, reparto entre grupos civiles y militares de los cargos ministeriales, con descarga de una serie de funcionarios que servían de emergentes de última instancia, con los unos y los otros, en un intento por alargar la agonía de un gobierno que en su sano juicio debería estar preparando las maletas para dar paso a un nuevo gobierno de carácter popular revolucionario que pueda continuar lo que ocurrió en el país bajo la dirección del Comandante Chávez desde 1999 hasta finales del año 2012. Tan sencillo como eso, lo demás son ilusiones, pura fantasía, o simplemente ¨patadas de ahogado¨, ante una derecha con caracteres fascistoides que tiene como mejor aliado de su gestión al actual gobierno en funciones, mientras más tiempo dure le será más fácil llegar al gobierno, es cuestión de esperar y ver pasar el cadáver de su enemigo. Por lo tanto no hay que facilitarle la tarea.

Por tanto no hay tiempo que perder en la construcción de una alternativa que pueda modificar ese pronóstico reservado que nos muestra la crisis de hegemonía, agravándose con el pasar de los días.

Repetiremos hasta la saciedad sin que nos llegue el cansancio la necesidad de resistir con fortaleza, consolidando lo avanzado, refundiendo el Estado, la República, el gobierno, el pueblo y la Fuerza Armada Bolivariana, junto a las organizaciones políticas y sociales revolucionarias, bajo un liderazgo político colectivo, como la vía necesaria para poder construir un bloque hegemónico que permita salir del laberinto en que nos encontramos.

23 dic 2016

La Viñeta de Vicman


24 nov 2016

Venezuela propone ante Unasur la creación de un observatorio de seguridad regional

Fotos: Cortesía de @NestorReverol
Caracas, 24 Nov. RAV.- El ministro de Relaciones Interiores Justicia y Paz, Néstor Reverol, propuso este jueves crear un Observatorio Suramericano de la Seguridad, con el fin de unificar criterios que permitan establecer indicadores de criminalidad y violencia en la región. 

En plenaria del Consejo suramericano de seguridad ciudadana, justicia y coordinación de acción contra la delincuencia organizada, donde se reúnen ministros y representantes de los países miembros de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), el ministro Reverol, en representación de Venezuela, consideró importante trabajar en la unificación de criterios que permitan generar propuestas, de seguridad y medición, aplicables de forma general en la región. 

"Por ejemplo en Venezuela, en el marco de la Gran Misión a Toda Vida Venezuela, hemos emprendido nueve vértices que forman parte de toda la estructura de la atención a los temas de seguridad ciudadana. Tenemos también el Observatorio Venezolano de la Seguridad, que proponemos llevarlo a un Observatorio Suramericano de la Seguridad, con el que podamos establecer estándares en los indicadores de criminalidad y violencia, para establecer tasas suramericanas; en víctimas de homicidios por ejemplo", detalló Reverol, transmitido por el canal de noticias Globovisión. 

En su exposición, Reverol también propuso crear una red contra la delincuencia organizada, que accione mediante una articulación regional. 

En esta reunión, que se realiza en el Salón de las Banderas de la Oficina Nacional Antidrogas (ONA), en Caracas, se abordan temas relacionados con sistemas de justicia y coordinación de acciones contra la delincuencia organizada trasnacional en la región suramericana.


La Viñeta de Vicman "EuroMiedo"


De: @Vicman_OFICIAL

El 24 de noviembre de 1948 fue derrocado el Presidente Rómulo Gallegos

Imágenes de la Web
Caracas, 24 Nov. RAV.- El 24 de noviembre de 1948 se produjo el golpe militar que las Fuerzas Armadas Nacionales perpetraron contra el gobierno constitucional presidido por Rómulo Gallegos, quien había asumido la presidencia de la República el 15 de febrero de 1948, luego de triunfar en los comicios electorales de diciembre de 1947 con un 74.4% de los votos escrutados, siendo además la primera vez en el siglo XX que el pueblo elegía por vía universal, directa y secreta a sus representantes.

Múltiples fueron los factores que incidieron en la crisis política e institucional que derivó en la caída de Rómulo Gallegos. Por un lado, el partido de Gobierno (AD), quien se estableció en el poder luego del derrocamiento de Isais Medina Angarita (18/10/1945) y en el que se sustentaba Gallegos, comenzó a ser tildado de sectario al ocupar los principales cargos de la administración pública con sus partidarios. En tal sentido, en poco tiempo AD creció rápidamente como organización, creando un grupo monopolista del poder, denunciado por la oposición. 

Asimismo, los niveles de intolerancia de la militancia llegaron a extremos tales de sabotear los mítines de los partidos de la oposición -en especial de COPEI- y de asambleas sindicales, que en muchos casos llegaron a las agresiones físicas.

Por otra parte, la unión cívico-militar instalada el 18 de octubre de 1945 se empezó a debilitar, una vez que los miembros de las Fuerzas Armadas comenzaron a verse como los socios minoritarios de un proceso político que ellos mismos habían iniciado. Esta situación empeoró con las acusaciones de los jefes militares de que AD estaba organizando milicias partidistas armadas e intentaba conquistar adeptos en las filas del ejército, además de querer penetrarlas, al hacer que jóvenes de su confianza se inscribieran en las academias militares. El descontento provocado por la penetración de los adecos en la institución castrense, produjo por tanto diversos intentos localizados de alzamientos cuartelarios, que los mandos militares debieron sofocar para mantener la unidad y la disciplina de dicha institución; sin embargo, las presiones castrenses por el derrocamiento del gobierno continuaron. 

Por tal motivo, los principales jefes militares (Carlos Delgado Chalbaud, Marcos Pérez Jiménez y Luis Llovera Páez) se erigieron en negociadores para tratar de aliviar las tensiones. Con esta finalidad elaboraron tres puntos que propusieron al Gobierno de Gallegos:
 
  • Que Rómulo Betancourt – el gran estratega y organizador del partido AD, a quien se responsabilizaba del estado al que había llegado – saliera del país por tiempo indefinido.
  • Que las milicias de AD fueran desarmadas.
  • Que se reorganizara el gabinete, sustituyendo a los ministros militantes de AD por personas sin disciplina partidista.
Según testimonios de personas que participaron en las negociaciones, Betancourt se mostró dispuesto a viajar al exterior e intervenir en lo que fuera necesario para llegar a un arreglo conciliatorio; pero Gallegos se mantuvo en posiciones principistas, secundado por el CEN del partido. Debido a la intransigencia de Gallegos, desde mediados de noviembre de 1948 corrían rumores acerca de un golpe de Estado; motivo por el cual el 23 de ese mes, el Gabinete Ejecutivo renunció en pleno para facilitarle a Gallegos las decisiones que debía tomar, pero éste lo ratificó íntegramente, cerrando cualquier posibilidad de entendimiento con los militares, quienes en una actitud conciliatoria, ya no exigían la sustitución de todos los ministros adecos, sino de una parte. 

Finalmente, ante la presunción de que la dirigencia de AD y la CTV convocarían a una huelga general para hacer una demostración de fuerza, los militares decidieron actuar y el 24 de noviembre de 1948 derrocaron al gobierno, poniendo fin a la alianza concertada con AD para la obtención del poder en octubre de 1945. Formando luego una Junta Militar de gobierno integrada por los Carlos Delgado Chalbaud, Marcos Pérez Jiménez y Luis Felipe Llovera Páez.